martes, 15 de marzo de 2011

Letras complejas de leer: Una forma para fomentar el aprendizaje



 


El aprendizaje es un proceso mediado por múltiples factores donde no sólo cuenta la complejidad del material o la motivación del estudiante sino también otros pequeños factores de índole perceptiva. Recientemente investigadores de las universidades de Princeton y de Indiana descubrieron que escribir los materiales escolares con tipos de letras complejas de leer puede mejorar significativamente el aprovechamiento de los estudiantes. Estos investigadores consideran que este efecto se debe al hecho de que las letras incómodas para leer promueven un procesamiento más profundo del material que debe aprenderse.
Para llegar a esta conclusión los investigadores trabajaron con un total de 28 personas con edades comprendidas entre los 18 y los 40 años quienes pasaron 90 segundos leyendo siete características asociadas a tres especies alienígenas. A la mitad de las personas se les proveyó un material escrito en letra Arial de 16 puntos mientras que a la otra mitad del grupo se les brindó el mismo material escrito ya sea en Comic Sans o en Bodoni, siempre de 12 puntos. Tanto la Comic Sans como la Bodoni presentan una mayor complejidad para leer en relación con la letra Arial (si bien debe destacarse que no son tipos de letras extremadamente complejas que endentezcan demasiado la lectura).

Quince minutos después las personas debían completar un test donde se les preguntaba sobre el material leído. Asombrosamente, las personas que leyeron el material escrito en las letras Comic Sans y Bodoni respondieron correctamente el 86.5% de las respuestas mientras que aquellos que leyeron en Arial acertaron en el 72.8%.
En aras de validar estos resultados los investigadores colaboraron con algunos profesores de una escuela preuniversitaria de Ohio. En este caso los profesores realizaban las hojas de trabajo y los Power Point y los investigadores se encargaban de complejizar las letras haciéndolas más difícil de leer. En esta ocasión se incluyeron los tipos de letra: Monotype Corsiva y Haettenschweiler.
Al finalizar pudo apreciarse que de los 220 estudiantes que participaron en el experimento, aquellos que aprendían utilizando los materiales con letras más complejas habían mejorado cualitativamente su aprendizaje.
Los investigadores afirman que cuando leemos un material en letras sencillas, nuestro cerebro lo procesa como si tuviésemos cierta maestría en esta área y nos esforzamos menos en comprender el mismo. Sería algo así como una pequeña trampa de la percepción. Al contrario, cuando nos cuesta un poco de trabajo leer, esto hace que nos percibamos como menos conocedores y, por ende, nos esforzaremos más en la temática. Por supuesto, a la misma vez los investigadores avisan que la complejización de los tipos de letra no debe ser excesiva ya que ésta podría hacer que los estudiantes desistiesen en el intento de leer pues percibirían el texto como demasiado complejo.
No obstante, otro mecanismo de base que no se descarta para explicar este fenómeno es el hecho de que las letras menos legibles son más distintivas y, consecuentemente, el material sería más memorable. Algo así como el efecto de la novedad, una hipótesis que deberá verificarse o contrastarse en estudios posteriores. Mientras tanto, los profesores tienen a su disposición un nuevo tip para mejorar el aprendizaje de sus estudiantes.
Fuente:
Diemand-Yauman, C.; Oppenheimer, D.; & Vaughan, E. (2011) Fortune favors the Bold (and the Italicized): Effects of disfluency on educational outcomes. Cognition; 118 (1): 111-115.
Vía:http://rincon-psicologia.blogspot.com

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