sábado, 26 de febrero de 2011

Analfabetos emocionales: ¿Un mal de la modernidad?




El analfabetismo emocional hace referencia a la incapacidad para conectar y manejar nuestras propias emociones y, por ende para comprender y aceptar las emociones de los otros. Se afirma que la Alfabetización Emocional será la Segunda Revolución del Saber Básico. La primera fue hace casi tres siglos cuando las personas eran analfabetas y no sabían leer ni escribir. Y sin lugar a dudas fue un gran paso adelante pero… ¡hoy por hoy no es suficiente!
Es curioso como en la sociedad occidental todos desean cambiar el mundo pero nadie quiere cambiarse a sí mismo. Por ello, el primer gran paso para dejar de ser analfabetos emocionales es lograr un verdadero autoconocimiento. Un conocimiento de sí mismos que nos permita determinar cuáles son nuestras fortalezas pero también las debilidades. Para ello probablemente primero sea necesario eliminar el miedo a descubrir que no somos perfectos. Sólo así podremos escrutarnos sin la necesidad de recurrir a los autoengaños que conforman una imagen distorsionada de nosotros mismos.
Muchas personas afirman que los analfabetos emocionales son una consecuencia del estilo de vida occidental y de la sociedad moderna altamente tecnológica. Puede ser, probablemente la necesidad de condensar el saber adquirido por la cultura a través de los siglos ha hecho que las escuelas se centren exclusivamente en transmitir informaciones (muchas veces perfectamente inútiles). A la misma vez, la sobrecarga de roles, la escasez de tiempo y el desarrollo de la tecnología hacen que optemos por formas de comunicación más veloces (que no eficientes). Ya se sabe que suplantar la interacción humana por la interacción mediante los medios tecnológicos no es una buena cosa.

No obstante, considero que los analfabetos emocionales probablemente han existido desde siempre y, desgraciadamente, con mucha probabilidad continuarán existiendo. Quizás sólo ahora la sociedad y las instituciones educativas han concientizado la problemática, que no quiere decir que no existiera desde antes.
Pero… ¿ha cambiado algo en la sociedad moderna con respecto a los años anteriores?
Creo que uno de los problemas esenciales de la sociedad moderna que contribuye sin lugar a dudas a que exista un número mayor de analfabetos emocionales es la inmediatez. Como el tiempo es una de nuestras posesiones más preciosas y el ritmo de la vida es muy agitado, le brindamos un gran valor a la inmediatez y todo lo que no sea una satisfacción rápida es considerado negativo. Así, la sociedad misma y su estilo de vida compulsa al desarrollo de adultos que se comportan como “niños pequeños” que desean satisfacer sus múltiples necesidades “aquí y ahora”. Cuando las necesidades no se satisfacen en un tiempo relativamente prudencial la persona se enferma (desde el punto de vista psicológico) u opta por medidas extremas, sencillamente porque no tiene las herramientas para enfrentar su nueva realidad.
Esto nos vuelve personas más egoístas en tanto deseamos que nuestras necesidades sean prioritarias por sobre las demandas de los demás. A la misma vez, la inmediatez nos brinda poco tiempo para reflexionar, para repensarnos como personas y aprender a conocernos. De esta forma, terminamos estableciendo relaciones superficiales con los otros y para con nosotros mismos. La emocionalidad se restringe a la expresión de las emociones más negativas como la ira o el desprecio.
Afortunadamente existen algunas escuelas donde, como parte del curriculum, se incluyen contenidos de índole emocional. En estos programas (que por ahora son meramente experimentales) los niños aprenden a expresar de manera asertiva las propias emociones y a convivir con los otros. Una tarea pendiente que aún deben completar muchos adultos.
Probablemente nadie encerró mejor y de manera más concisa lo que nos sucede en lo que respecta a la relación entre emociones y razón que Gibrán Kahlil Gibrán: "Cuando llegues al final de lo que debes saber, estarás al principio de lo que debes sentir".
Publicado por Jennifer
Via:http://rincon-psicologia.blogspot.com

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